VIRUELA DEL MONO ¿QUE DEBEMOS SABER?
¿Qué se sabe de la viruela del mono?
El 7 de mayo de 2022 se notificó al Reino Unido un primer caso de viruela del mono, probablemente importado; hasta el 16 de mayo se habían identificado otros 6 casos, en personas sin historial de viajes a zonas endémicas ni contacto con el caso inicial. Todos ellos en varones que tienen sexo con varones (HSH).
El 18 de mayo Portugal notificó 5 casos confirmados y más de 20 sospechosos de la enfermedad, y también en España se confirmaron los primeros 7 diagnósticos, todos casos leves y no hospitalizados; igualmente, han aparecido en nuestro país varios casos considerados sospechosos en investigación (por ejemplo, la Comunidad de Madrid informó de 23). Los expertos advierten de la probable confirmación de más casos y en más países.
Si bien se registraron brotes en Europa y América en años anteriores, ésta es la primera vez que se confirma una cadena de transmisión sin nexo epidemiológico con África.
Se confirma en Madrid diagnóstico de la viruela del mono en un grupo de treinta personas que han acudido a una sauna.
Posteriormente en la isla de Gran Canaria se confirma transmisión de la viruela del mono en un grupo de ochenta personas que habían acudido a una fiesta.
Por lo tanto, mi conclusión es que estamos ante otro virus que se contagia cuando hay masificación de gente, como ya ocurre con el COVID.
¿Qué es la viruela del mono?
Es una infección causada por un virus de la familia Poxviridae, del género Orthopoxvirus, en el que también se encuentra el virus de la “viruela humana”; aunque tuvo su origen en monos, los primeros casos en humanos describieron en 1970. Se trata de una enfermedad endémica de zonas de selva en África oriental y central (Congo, Nigeria, etc.) que se contagia entre humanos por estrecho contacto cuando hay intercambio prolongado de fluidos de vías respiratorias o lesiones cutáneas. Por ahora, no se considera una enfermedad de transmisión sexual.
Después de un período de incubación de 7 a 14 días (a veces hasta 21), los síntomas iniciales son: fiebre alta, intenso dolor en la cabeza, de articulaciones y musculares (típicamente en la espalda), inflamación de los ganglios linfáticos y cansancio. El signo más característico es una erupción cutánea con picor asociado, que aparece después de 1-3 días desde el debut de los síntomas, con ampollas que evolucionan hasta convertirse en pústulas y costras que caen; suele empezar en la cara y se disemina a otras partes del cuerpo, incluyendo manos y pies y los genitales.
La enfermedad suele ser autolimitada y desaparece en 2-4 semanas. La OMS subraya que la tasa de letalidad ha variado mucho en las diferentes epidemias y se estima entre el 1% y el 10% según la cepa.
Consideraciones a tener en cuenta
- Se ha demostrado que un antiviral tiene potencial para frenar la viruela del mono. El fármaco es el Tecovirimat el cual podría reducir los síntomas de la viruela del mono y el tiempo de contagio. Estos resultados han sido publicados en la revista : The lacet Infectious Diseases. Es el primer medicamento contra la viruela aprobado en Estados unidos. Este fármaco actúa bloqueando la transmisión celular del virus y no causa efectos secundarios de gravedad en los humanos.
En cambio, otro antiviral, el brincidofovir, no ha demostrado tener efecto.
- En cuanto a su prevención, todavía no existen vacunas específicas disponibles para el público general en Europa. Se considera que la vacuna frente a la viruela "humana" es efectiva para prevenir la infección o hacerla más leve, pero actualmente no es de uso común para considerar la enfermedad erradicada desde hace 4 décadas.
- Para el control de brotes, se recomiendan las siguientes medidas preventivas:
- Protección con mascarilla FFP2.
- Los casos sospechosos o con síntomas compatibles deben buscar atención médica y aislarse en sus domicilios. Sus estrechos contactos deben minimizar las interacciones sociales y vigilar su posible aparición de síntomas. La notificación de casos es importante.
- Proteger especialmente a niños y jóvenes, que en principio podrían tener una enfermedad más grave por no haber estado expuestos al virus ni a la antigua vacuna de la viruela humana.
- Evitar contacto con animales que puedan ser vectores del virus (especialmente aquellos que tengan sintomatología o vivan en áreas endémicas) o cualquier material en contacto con ellos.
- Tener una buena higiene de manos con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas después del contacto con personas o animales infectados.
- Usar equipos de protección personal cuando se atienda a pacientes sospechosos o diagnosticados.
- Minimizar las prácticas sexuales de riesgo (por ejemplo, muchas parejas sexuales).
- Se recuerda una vez más que los antibióticos no son eficaces para el tratamiento de infecciones virales y su inadecuado uso puede favorecer resistencias antimicrobianas.
Estamos ante otra posible pandemia, la de la viruela del virus del mono, por lo tanto, posiblemente estamos ante posibles confinamientos como ocurrió con la COVID y utilización de la mascarilla.
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